OLAF: IN MEMORIAM
Federico Rubli Kaiser
Publicado en el Financiero, sección Cultural, pág. 37, 3 de marzo de 2009.
El deceso de un amigo siempre es un evento triste. Antonio Olaf de la Barreda fue un pionero del rock & roll mexicano, talentoso bajista que luego emigró a Estados Unidos y se integró al legendario grupo de blues/boogie Canned Heat. Después de una larga enfermedad Olaf se despidió el 17 de febrero a los 63 años de edad.
Su trayectoria
Después, en plena época de oro del rock & roll mexicano- aquella inolvidable etapa de los covers en español- Antonio y Fito se incorporaron con Los Sinners, un notabilísimo grupo de la primera mitad de los sesenta. Los Sinners hicieron una gira aventurera a Estados Unidos con el nombre de Los Tequilas.
La inquietud de los dos amigos los llevó a emigrar a California en 1967. A partir de ahí la aventura prosiguió. Se engancharon por un lapso con el grupo Larry Barnes and the Creation. Al poco tiempo Fito se incorporó como baterista de Canned Heat, y en 1970, al quedar vacante la posición de bajista, Olaf es reclutado por la histórica agrupación. Fue quizá la mejor etapa de Olaf como músico. Permaneció con Canned Heat hasta 1974 y los discos que grabó con el grupo quedan como testimonio de su maestría en el instrumento de cuatro cuerdas.
En especial, su contribución al disco “Historical Figures and Ancient Heads” es evidencia de su talento. Con Canned Heat grabó al lado de luminarias del blues como John Lee Hooker y Memphis Slim.
Años más tarde, el grupo instrumental The Ventures lo invitó a grabar con ellos todo un LP, que constituye otro legado de su genialidad. Después regresó a México y entre 1974 y 1984 fue director artístico de la disquera CBS (al lado de Renato López, otro ex Sinner) y posteriormente de RCA Victor.
Con varios de sus amigos pioneros grabó el primer disco de Naftalina. Cuando lo aquejó un raro virus que le atacó la médula, Olaf retornó a California. Con temple, aprendió a vivir con su enfermedad. Al fallecer tenía ya varios años viviendo en San Diego, confinado a una silla de ruedas.
Una nota personal
Desde la adolescencia admiré su trabajo con Canned Heat. Sin embargo el destino hizo que apenas hace cinco años pudiera interactuar con él. Ello me permitió conocer su lado humano. Me encontraba escribiendo un libro sobre la historia del rock mexicano, y en especial en un capítulo, quise hablar de los roqueros mexicanos de exportación, es decir, aquéllos que triunfaron en el extranjero. Logré contactar a su hermano Emilio, quien me abrió las puertas sobre la información de Olaf. Desarrollé además una buena amistad con Emilio. A partir de ahí fueron muy frecuentes mis conversaciones telefónicas con Olaf a San Diego. Su enfermedad le había afectado el habla, pues la opresión de unas vértebras le distorsionaba y pausaba su voz. Pero Olaf no perdía el sentido del humor: “perdóname mi voz, has de pensar que estoy bien jarro” me decía con tono tartajoso. Mi proyecto lo entusiasmó y tuvimos largas y muy conmovedoras conversaciones sobre el rock. Estuvo al pendiente del desarrollo de mi libro. Su buen amigo Ramón “el Ratón” Rodríguez –de la época de Los Sinners– junto con Emilio lo visitaban periódicamente durante el año, admirable gesto de humanidad y nobleza por mantenerse siempre al pendiente de él. En uno de esos viajes Olaf me mandó con ellos unas fotografías que encontraron lugar en mi libro. Cuando finalmente presenté mi obra, Olaf lamentó no estar presente. Una vez que le hice llegar su ejemplar, sus elogios en nuestras conversaciones me hacían sentir que eran inmerecidos pero a la vez me halagaba que provinieran de uno de mis ídolos de la adolescencia. Al parecer nuestras pláticas y la lectura del libro estimularon en Olaf el querer escribir sus memorias. En una de tantas llamadas, me dijo con cierto coraje y frustración que su enfermedad le impedía inclusive escribir con el teclado de una computadora. Lo alenté comentándole que simplemente grabara sus recuerdos y yo podría transcribir y editar las cintas y luego junto con Emilio le encontraríamos al texto un orden. La idea lo entusiasmó. En uno de los viajes, Emilio le obsequió una grabadora portátil. Pero su salud comenzó a deteriorarse, y hoy lamentablemente este proyecto se nos quedó en el tintero.
Late NIght Blues
En diciembre pasado descubrí una reedición reciente en CD de un LP de 1971 que Canned Heat grabó en vivo en un festival en la isla de Turku en Finlandia ante 100 mil asistentes. Me maravilló la manera en que en el disco destaca el bajo de Olaf. Le proporciona un sustento rítmico muy bluesero a todo el disco. Le regalé una copia a Emilio para que se la llevara a Olaf, y le dijera que ese disco es para mí un claro testimonio de su genialidad como músico. Basta con escuchar la clásica On the Road Again, Hill Stomp con su gran fuerza improvisadora y la rola final Late Night Blues. Hoy Olaf ha encontrado la paz pero siempre continuará vivo entre nosotros a través de su música. En lo personal, nunca olvidaré mis ilustrativas y conmovedoras conversaciones con este ícono del rock mexicano.
Un gran musico, orgullo de nuestro pais, Canned Heat y The Ventures que curriculum! muy buenos sus escritos.
ResponderEliminarGracias por su labor
yo los conoci en Mexico, D.F. il verano de 1965 con mi amiga Dale. Tengo muy buenos recuerdos de Fito y Olaf. Nos nombraron sus hijas. Fuimos a verlos en unos conciertos de Canned Heat. Vivo en San Diego. Lastima que no supe que Olaf vivia aqui. Me hubiera gustado visitarlo y recordarlo de sus hijas que conocio hace tantos anos.
ResponderEliminarTe recordaremos por siempre tío tony! En especial yo, tu sobrino Diego Márquez!
ResponderEliminarLo recuerdo en la alameda central con canned heat don't forget the boguie
ResponderEliminarhttps://youtu.be/moqls0nDku8
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