Expo El Panteón del Rock Mexicano 50's - La Enciclopedia del Rock Mexicano 7a. parte (actualización con Antonio de Gyvés)

José Antonio de Gyvès, músico mexicano multifacético, compositor y arreglista internacional, aportó su creatividad para embellecer la música. Cuenta con una brillante trayectoria musical que se vio truncada al morir a los 33 años. Fue director de los grupos Los Diablos del Ritmo en 1947, Los Armónicos en 1949, Los Cardenales 1952-54, y Los 4 Soles de 1955-1959.

El maestro de Gyves amó la música, fue su pasión desde pequeño; su vida. A los cinco años ya tocaba canciones completas con su guitarra. Ferviente admirador y conocedor de la música clasica, el blues y el jazz, a la llegada del rock and roll a México, sus arreglos únicos hacen que lo armónico moderno se meta muy dentro del público. Era considerado un genio musical; quienes lo conocieron saben que tocaba todos los instrumentos: el piano, la guitarra (requinto), armónica, marimba, acordeón y el bajo, sólo por mencionar algunos.

Llego a la ciudad de México de su natal Oaxaca en busca de la fama y, paso a paso, se abrió camino en este duro oficio. Fue autodidacta, pero en su adolescencia estudió solfeo y armonía en Bellas Artes, e instrumentaciòn en los Estados Unidos. Como artista recorrió la Unión Americana, Centro y Sudamèrica. En Cuba, la bella isla, Los 4 soles tuvieron un éxito fenomenal, ya que es de sobra conocido el sentido musical de los cubanos.

En México, contaba el maestro de Gyves, "al principio nos costó trabajo imponer nuestro estilo, pero poco vamos teniendo el éxito que hemos anhelado". Su primera composición que intitulò "Tu canciòn", fue dedicada a su entonces novia (después esposa) Doña Dalal Nazará Robles, con quien procreò tres hijos: José Antonio, Adela y Ana Dalal.

Murió a los 33 años el 19 de octubre de 1963 en Ixtepec, Oaxaca, su tierra natal, dejando un importante legado discográfico y un ejemplo como ser humano.

Este es un homenaje póstumo al artista, cuyo estilo propio y único llegó más allá de nuestras fronteras, que con su estudio, tenacidad, amor por el arte y mucha fe, triunfó en la vida; un homenaje póstumo al buen padre, al inolvidable y carismático amigo y amoroso esposo.

Pronto presentaré su semblanza junto con la de Los 4 soles; hasta la próxima. Arturo Lara Lozano