Cuando al Padre Las Casas le preguntaban si los indios tenían alma, el esforzado fraile dominíco respondía: “Sss, ¿que paso?”, A un servidor le ocurre lo mismo cuando le preguntan si el Rock Mexicano existe. Y es que ambas cuestiones son obviedades rayanas en la tomadura de pelo. CLARO QUE EXISTE NUESTRO ROCK, lo mismo que el Ruso, el Armenio, el Egipcio ó el Guatemalteco. Negar la existencia del Rock Mexicano es tan improcedente como negar la realidad del cine mexicano. Rififi entre las mujeres, Rebelde sin casa ó El chismoso de la ventana son, por mucho que nos remitan a Rififi entre los hombres, Rebelde sin causa ó la ventana indiscreta, cine mexicano. Lo mismo ocurre con “La Plaga”, “La Hiedra Venenosa” ó “Avientense Todos.
El compádre Mendoza, Simon del desierto y Solo con tu pareja son peliculas tan mexicanas como mexicanas son las rolas de Rockdrigo Gonzalez, Jaime Lopez ó La Revolución de Emiliano Zapata. Hay elementos como Joan Manuel Serrat ó Miguel Rios que han declarado reiterada y públicamente su deuda con el Rock Mexicano.
Sabemos de músicos como Carlos Santana ó Fito de la Parra que figuran en cuanto tratados seríos sobre Rock de los 60´s y 70´s han visto la luz del mundo. Conocemos un montón de grupos mexicanos -La Vida, Kaleidoscope, Dug Dug´s, La Revolución de Emiliano Zapata, Flying Karpets, Tarro de Mostaza, La Libre Expresión, Apocalipsis, Tijuana 5, Renaissance, El Ritual y Nahuatl, entre muchos otros, cuyos discos son buscados frenéticamente en Japón EUA, España, Austria. Alemania, Argentina, Canada, Francia, Italia, Etcétera, y que alcanzan precios asombrosos. También han salido a la palestra grupos que sin ser mexicanos como Tijuana in Blue ó Kojón Prieto y Los Guajolotes ponen sus mejores esfuerzos en parecerlo.
Y pese a todo, no faltán espíritus objetantes y reparones que se sacan de la manga el sofisma -o el farolazo- de que el Rock Mexicano no exíste. Sss ¡ Que paso !
FEDERICO ARANA
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