Esta época sigue siendo la del estancamiento del cine nacional. Se sigue exponiendo planes para resolver los problemas del cine en México a traves de su Secretario de Gobernación, Gustavo Díaz Ordáz. Esa crisis se reflejó en el número de películas hechas: 56 regulares contra 48 de 1961; 23 series (contra 14 del '61), 1 película independiente y 15 películas a color (14 el año anterior) así como 1 coproducción en el extranjero. El total de películas fue de 81, 7 más que el año anterior.
La composición genérica de la producción del año es lo que delató esa crisis y ese estancamiento: 20 de vaqueros o westerns y de corte ranchero, 13 melodramas (incluido populacheros), 12 de cómicos, 12 de comedia ranchera, 10 de horror y 1 de luchadores. Al nuevo ritmo de moda, el "twist", le dedicaron dos: 'A ritmo de twist' y 'Twist, locura de juventud'. Es aquí donde se busca convertir en estrellas a 'ídolos juveniles' de la canción juvenil, destacando Enrique Guzmán y Angélica María. En otro registro del cine mexicano, se intentó convertir en el nuevo Pedro Infante a Javier Solís, aunque el nuevo 'ídolo' en cuanto a ventas taquilleras, fue el cómico 'Piporro' con la cinta 'Ruletero a toda marcha'.
Uno de los principales guionistas, fue el argentino Jose María Fernández Unsaín con 11 créditos en igual número de cintas en este año. Las dos películas del año fueron obra de españoles: Luis Alcoriza ('Tiburoneros') y Buñuel, repitiendo ahora con el filme 'El ángel exterminador' (aunque hecha en el '62 fue estrenada en 1966). Otra acción de los productores y críticos del cine, fue el pedir mas libertades en las películas, no tener tanta censura como ocurrió con 'La sombra del caudillo' y exigir sólo que se hicieran tres tipos de películas: A, B y C y que las primeras fuesen mandadas al exterior y que fueses de excelente calidad para abrir nuevas fronteras a mercados externos, las B para mantener el mercado actual, y las C, las intocables, para no desprestigiar más al cine nacional.
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